¿Qué camino tomará el PLD tras el revés judicial sobre su consulta interna para 2028?
El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) se prepara para una de sus reuniones más decisivas en lo que va de año. El próximo 3 de julio, su comité político abordará un tema que ha generado controversia tanto dentro como fuera de sus filas: la sentencia emitida por el Tribunal Superior Electoral (TSE) que bloquea su intención de adelantar la selección del candidato presidencial de cara a 2028.
Así lo confirmó Johnny Pujols, secretario general del partido, en una comunicación oficial difundida esta semana. Entre los puntos del encuentro se incluye también una evaluación del avance de su línea organizativa y electoral, así como el balance de las asambleas regionales y provinciales que se han venido desarrollando en todo el país.
“Estaremos conociendo los avances en la implementación de la línea organizativa y electoral y el programa de asambleas regionales y provinciales desarrolladas y las pendientes de realizar, entre otros puntos”, indicó Pujols.
Pero sin duda, el tema que acaparará la mayor atención será la sentencia del TSE, que le niega al partido la posibilidad de modificar unilateralmente los tiempos del proceso interno de elección presidencial. La decisión judicial tiene implicaciones estratégicas para el PLD, que buscaba tomar la delantera en la carrera política de 2028 mediante una consulta temprana.
“Basado en ese análisis y conocimiento del contenido de la decisión del TSE el comité político, como organismo de dirección partidaria, fijará su posición oficial”, agregó Pujols.
El fallo del TSE —publicado el viernes pasado— generó una ola de interpretaciones en los círculos políticos y mediáticos. Mientras algunos analistas aseguran que el PLD ha recibido un fuerte golpe a sus planes de reestructuración, desde la propia organización se sostiene lo contrario.
Danilo Díaz, delegado del PLD ante la Junta Central Electoral (JCE), negó rotundamente que la sentencia impida la realización de una consulta partidaria en 2026, como ha sido proyectado internamente.
“La sentencia que acaba de dar a conocer el Tribunal Superior Electoral (TSE) no le prohíbe al Partido de la Liberación Dominicana hacer su consulta en el año 2026”, afirmó Díaz.
Según su lectura, el fallo simplemente recalca que los partidos no pueden realizar procesos oficiales de precandidaturas fuera de los plazos establecidos por la ley electoral vigente, pero deja abierta la puerta a mecanismos consultivos internos que no constituyan formalmente una elección.
La situación abre varios escenarios posibles para la alta dirigencia morada. El comité político deberá decidir si:
Mantiene su calendario interno sin alterar los plazos oficiales, estructurando su consulta de manera simbólica o estratégica, sin efectos vinculantes.
Rediseña el proceso interno para adecuarse plenamente al marco legal, postergando decisiones clave para años posteriores.
O incluso si recurren nuevamente a instancias legales o reglamentarias, en busca de mayor claridad normativa o espacios de flexibilidad.
Cualquiera que sea la decisión, sentará precedentes para los partidos que, como el PLD, intentan renovar liderazgos con tiempo y sin esperar los calendarios impuestos por la ley electoral dominicana.
La controversia refleja una tensión no resuelta entre los intereses políticos partidarios y las normas electorales. Mientras los partidos buscan adaptarse a una dinámica de largo plazo, las instituciones intentan mantener un orden jurídico que preserve la equidad electoral y evite campañas adelantadas.
El PLD, que en las pasadas elecciones quedó en tercer lugar, parece decidido a recuperar protagonismo desde ya, apostando por el reposicionamiento temprano de figuras clave, con una estructura organizativa más sólida. Sin embargo, el marco legal les recuerda que hay límites para ese impulso.
Aunque aún faltan tres años para la próxima contienda presidencial, el movimiento del PLD refleja una tendencia creciente en la política moderna: la planificación a largo plazo, incluso si eso significa ir al borde de los marcos legales.
¿Es esto un signo de debilidad o una muestra de visión estratégica?
El debate no es exclusivo del PLD. Otras organizaciones políticas también han empezado a mover fichas, algunos con mayor discreción. El reto para todos parece ser el mismo: prepararse con tiempo, sin violar las reglas del juego.
Lo que ocurra el próximo 3 de julio en la sede del PLD será clave no solo para el partido, sino para todo el panorama político nacional. Se trata de un momento decisivo que podría redefinir la relación entre partidos e institucionalidad electoral en República Dominicana.
Mientras tanto, la ciudadanía observa con atención: ¿responderá el PLD con una estrategia firme y respetuosa del orden legal, o abrirá un nuevo frente de confrontación institucional?